Siempre que se da una expulsión en un partido, los planteamientos cambian y en esta ocasión las cosas no fueron diferentes.

América entendió el momento del encuentro, realizando un par de modificaciones que le permitieran ser un equipo mucho más compacto, con  relación a lo que había sido en la primera mitad y —con base en intentar controlar el mediocampo— fue como logró sacar adelante una eliminatoria que, con este resultado quedó abierta para cualquiera, entendiendo que ahora la ventaja la tendrá el conjunto americanista al recibir en casa el partido de vuelta, más allá de que el Monterrey ganó anoche.

Ha quedado demostrado que la ventaja de la que tanto se habló a lo largo de todo este tiempo no se vio nunca en el terreno de juego, porque ambos planteles están muy parejos y la calidad individual será por la que apuesten los técnicos para definir un duelo tan parejo.

Sabemos que el Monterrey, en el Estadio Azteca, no suele dar buenos partidos, pero en una final y con Antonio Mohamed como técnico, podríamos esperar cualquier cosa, además de que veremos dos planteamientos totalmente distintos por parte de sus estrategas, sabiendo que —ante su afición— el cuadro americanista va a ir en busca del encuentro desde el inicio.

Lo que termina por marcar la ida de esta final es el gol fuera de serie que hace Funes Mori y que tiene adelante a los Rayados, ventaja buena para los regios, aunque ya sabemos de lo que es capaz el América en este tipo de partidos.

@Gusocalderon

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