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Se ha cumplido más de un mes desde la sustracción del pequeño de 4 años, Ian Yael Escobedo Juárez, quien fue reportado como desaparecido desde el 21 de marzo de 2025, y a la fecha sigue sin existir indicios de su paradero.
Su madre, quien tiene la custodia legal, denunció públicamente su desaparición luego de que el menor no fuera regresado tras una visita acordada como parte del régimen de convivencia con su padre.
Las autoridades presumen que el pequeño está en compañía del padre, y aunque la fiscal general del estado, María Manuela García Cázares, ha reconocido que existe la posibilidad de que haya sido trasladado fuera de San Luis Potosí.
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Hasta el momento, los avances en la investigación han sido limitados, lo que ha generado creciente preocupación e indignación entre la ciudadanía y familiares del menor.
Esto ha llevado a que la madre alce la voz por todos los medios posibles pues el 16 de abril se convocó una marcha exigiendo justicia por Ian Yael y los casos de violencia vicaria que no han sido atendidos en el territorio potosino.
En la última actualización del caso hace apenas tres días se activó la Alerta Amber para localizar al menor.
Sin embargo nuevamente ante la falta de respuestas y acción efectiva por parte de las autoridades, la madre ha decidido alzar la voz una vez más con un mensaje en redes sociales, pidiendo empatía y la difusión masiva de la ficha de búsqueda del menor. También expresó su indignación ante la falta de respuestas en el caso.
"Mi mayor miedo se cumplió, te sustrajeron, y no me cansaré de alzar la voz", escribió.
En su publicación, la madre también arremete contra quienes justifican el actuar del padre por el solo hecho de ser el progenitor, cuestionando duramente la falta de empatía y la indiferencia social hacia los casos de violencia vicaria.
En su mensaje, recuerda cómo siempre evitó compartir imágenes de Ian por temor al robo de menores y cómo participaba activamente en marchas para exigir justicia por niñas violentadas. Hoy, dice, vive en carne propia lo que tanto temía, la sustracción de su hijo.
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Además, señala que este conflicto no se trata de una competencia entre padres, sino de la estabilidad emocional del niño. "No es un trofeo, no es quién gana más. Se trata del bienestar de un niño que no pidió estar en el conflicto", subraya.
La madre exige que quienes participaron en el caso del menor den la cara y enfrenten las consecuencias legales. "El amor de un niño no se compra ni se ruega. Se demuestra, pero no así", concluye en su mensaje.
