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Mujeres de distintos pueblos originarios que integran el colectivo Voces y Raíces de Mujeres Indígenas de San Luis Potosí alzaron la voz para exigir que la persona que encabece la Unidad de Atención a Pueblos y Comunidades Indígenas del municipio de la capital sea, auténticamente, parte de una comunidad indígena, con profundo arraigo cultural, conocimiento real de los usos y costumbres, y dominio de una lengua originaria.
En un pronunciamiento público, leído por representantes de las etnias otomí, mixteca, náhuatl, xi’iuy, entre otros el colectivo hizo énfasis en que no están en busca de un cargo, sino en defensa de un derecho fundamental: la representación legítima de sus pueblos.
“No basta con que alguien diga unas palabras en lengua y se presente como indígena. Queremos una persona que venga desde el corazón del territorio, que escuche con respeto y trabaje con humildad por todas las comunidades del estado”, declararon.
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Las representantes denunciaron que quienes han ocupado la dirección de esta unidad en los últimos años, entre ellos Palmira Flores García, Vicente Domingo Hernández Ramírez y Erika Juan, no cumplen con los requisitos legales ni con los principios comunitarios que se esperan de un verdadero representante indígena. Acusaron, además, que durante su gestión, estas personas promovieron divisiones internas y generaron tensiones que han entorpecido procesos fundamentales, como el inicio formal de la consulta indígena mandatada por el Tribunal Electoral del Estado.
“Lo que pedimos es claridad, respeto y participación real. Ya no queremos más decisiones impuestas desde arriba ni nombramientos por vínculos políticos o familiares. Es momento de que una mujer indígena, con trayectoria y compromiso comunitario, tome el liderazgo”, expresó una de las voceras.
El colectivo subrayó que el nombramiento de la persona titular de la Unidad debe surgir desde las bases y no por intereses externos. “Exigimos una designación legítima, construida con y desde las comunidades, que garantice que nuestras voces no solo se escuchen, sino que verdaderamente se respeten”, puntualizaron.
Con este posicionamiento, el colectivo reafirma su postura frente a las decisiones institucionales que impactan directamente en la vida de los pueblos originarios y reitera su lucha por un ejercicio real de autonomía y justicia dentro de los espacios públicos.
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