Dar y recibir regalos de Navidad se ha convertido en uno de los puntos centrales de estas festividades. Asimismo, entre familia, amigos y compañeros de trabajo se suelen organizar intercambios, donde el objetivo principal es el economizar (al dar un solo obsequio), al mismo tiempo en el que se le da un regalo a alguien de manera especializada.
Pero, ¿qué pasa con los intercambios de broma? Esta dinámica se ha popularizado en los últimos años en la capital potosina, en la cual no sólo se busca dar un buen regalo, sino sacar una risa a aquellos con quienes se celebra posadas y fiestas navideñas.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, el potosino Jorge Arellano contó que este es el segundo año en el que realiza un intercambio de broma con sus compañeros de la oficina, dinámica que valora porque se apuesta más por la diversión que al regalo como objetivo.
“Me gusta porque es un cambio, una vuelta de la hoja a la formalidad de un regalo tradicional. El hecho de colocar la broma permite también incluso a personas que tienen bajo presupuesto… porque ahí es donde se despierta la imaginación y pueden proponer algo que divierta a los demás.”
Contó que la dinámica puede ser la siguiente: cada participante deberá llevar un regalo bueno y uno de broma, los cuales deberán envolver muy bien para que no se note el contenido. Al juntar todos los obsequios, se reunirán todos en un círculo con los regalos al centro.
Por turnos, cada participante tirará un dado: si sale par, tomará un regalo del centro; si sale non, no tomará nada. Al final, cuando todos los regalos se hayan acabado, comenzará la última ronda, la de robo: con un temporizador, se contarán 3 minutos y seguirá la misma dinámica de tirar el dado, sólo que ahora se podrán robar regalos a otros participantes.
Terminado el tiempo, cada quien podrá abrir los regalos con los que se quedó y, si se hace por turnos, habrá más tiempo para apreciar y reírse de cada uno de los regalos, o bien, apreciar los buenos obsequios que se dieron.
Entre los participantes, previamente se podrá acordar un presupuesto, o bien, gastar lo que cada uno considere. Entre los regalos buenos, la idea sería dar algo que pueda ser del agrado de la mayoría del grupo, como dulces o chocolates.
Mientras que, los regalos de broma puede ser cualquier cosa: basura, productos chuscos, de la canasta básica, o bien, manualidades como llenar una botella de agua y decir que es un muñeco de nieve derretido o moldear unos bolillos que parezcan pantuflas.