Durante el mes de octubre, es común que se hable de “brujería” o de actos rituales en los cuales se requieren de pequeños animales para llevar a cabo "sacrificios". Ante la situación, rescatistas y activistas por los animales han exhortado a la población a que no den en adopción a los animalitos que estén bajo su resguardo en estas fechas.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, la rescatista de animales María Cisneros, lamentó que estas prácticas se sigan perpetuando en la actualidad. Si bien, lo más común es que para estos rituales se ocupen perros o gatos de color negro o blanco, señaló que también se busca el sacrificio de animales con otras características, e incluso, de otras especias como gallinas, cabras y hasta coyotes.
“A veces no importa tanto el color, sino que les sirva para el sacrificio, para el ritual, lo que tú quieras. Bueno, ahora sí que lo mejor es no arriesgarte y no promover tus adopciones, por lo menos hasta después de la primera semana de noviembre porque hay mucha gente que todavía sigue haciendo todo este tipo de cosas en estos días”, explicó.
Reconoció que durante estas fechas las y los rescatistas deben procurar el extremo cuidado sobre a quién se le da la adopción de algún animalito que esté bajo su refugio y cuidado, ya que estas prácticas no son exclusivas de octubre y que la precaución debe estar siempre a la orden del día.
Por ello, emitió ciertas recomendaciones para las y los rescatistas para que se den cuenta de las “red flags” de cuando alguien quiere adoptar a un animalito para un fin siniestro.
Primero se debe hablar con la persona solicitante de la adopción: si piden animales con características muy específicas o se molestan con las preguntas del rescatista, es la primera mala señal.
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“Ya cuando te empiezan a enumerar esas características, sobre todo físicas, como la edad o los meses, que no tengan ningún pelito blanco o si es blanco que no tenga ningún pelito negro… por cierto, que la mayoría no le va a preocupar o tal vez no le va a importar si tiene todavía algún mechón… entonces esto es a lo que hay que prestar atención”, detalló.
En segundo lugar, destacó que resalta como mala señal el que no quieran que vayas a visitar a la persona al domicilio para checar las condiciones en las que vivirá el animalito, o que no te quieran dar comprobante de domicilio.
“Obviamente si alguien tiene una intención bonita o buena de hacer esa buena obra de caridad, pues obviamente va a tratar de quitarle a en este caso a la protectora, toda esa preocupación de ver dónde va a quedar, con quién, etcétera”, señaló.