Los tacos mexicanos han dado la vuelta al mundo y, de Noruega a Texas, no puede faltar una buena taquería. Y, al parecer, tampoco una batalla campal que se vuelva viral.

El Paisano, en Dallas, Texas, es una de ellas. En noviembre de 2019, una mujer que celebraba su cumpleaños 25 dijo haber sido atacada por otras dos mujeres en el baño tras un altercado verbal. Con heridas en el cuello y con algunas uñas arrancadas, la mujer logró salir del baño solo para darse cuenta de que en el restaurante había iniciado otra guerra. Volaron los tacos, las salsas y hasta las sillas

Una testigo dijo que una mujer terminó con la cara ensangrentada tras recibir el puñetazo de un hombre.

En la misma taquería, en julio de 2016, un grupo de mujeres comenzó una pelea, a la que luego se sumaron los respectivos novios. Mesas caídas, pisos resbalosos por la comida tirada y moretones en la cara fue el saldo de la trifulca, que se volvió viral en redes sociales, donde usuarios recordaron que en el lugar son comunes los pleitos.

En septiembre del mismo año, una nueva pelea, en el mismo escenario. Isael Rojas grabó la pelea y la subió a Facebook, donde en unas horas, el video llevaba más de 1.8 millones de vistas. “Todo por no decidirse entre la salsa verde o roja”, bromeó.

 

 


En otros casos, los pleitos han sido por la competencia por “el mejor lugar”. En enero pasado Rocío Gascón puso su puesto: “Tacos la Güera”, en Whittier, en Los Ángeles, en el lugar equivocado.

Dedicada a la venta de tacos de trompo, comenzó a trabajar y todo iba bien, hasta que un hombre con un camión rodante de tacos se le acercó y le reclamó que quitara el negocio de ahí porque era “su lugar”. Como Gascón no le hizo caso, el sujeto tomó un extintor para apagar las brasas de la carne y con una cubeta de agua le echó a perder la mercancía.

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“Yo vine el fin de semana pasado, vine el viernes y el sábado y no vi ninguna lunchera aquí”, dijo Gascón. El agresor fue detenido.

Finalmente, otros terminan en golpes por algún desacuerdo con la comida. Fue lo que ocurrió en  Robertos Tacos, en Las Vegas, cuando un cliente enfureció por haber encontrado, según dijo, un papel en su comida, y terminó lanzándole a la cajera papeles y hasta la computadora del lugar, hasta que otros empleados lo enfrentaron.

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