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Guatemala, el país que de la eterna primavera en el que se dice que Antonie Saint-Exupéry encontró la inspiración para escribir "El Principito", presentó este miércoles una versión de este libro en kaqchikel.
El embajador de Francia en Guatemala, Jean-François Charpentier, explicó que esta iniciativa, que tiene una tirada inicial de unos 3 mil ejemplares, tiene como objetivo potenciar y fomentar la cultura y este idioma que convive con otros 24 en el país.
“El libro está dedicado a las personas que saben y aprecian el idioma kaqchikel”, dijo el diplomático antes de que se leyera en voz alta uno de los capítulos de esta obra de Saint-Exupéry, que llegó a Guatemala de casualidad en 1938 cuando estaba viajando desde Nueva York hacia Punta Arenas, en América del sur, y tuvo un accidente.
En la presentación de este libro estuvo presente la voz indígena de Guatemala, la cantautora kaqchikel Sara Curruchich, quien recordó que todavía hay mucho "racismo y discriminación" por usar sus trajes y sus idiomas, y agradeció iniciativas como esta para luchar contra estas lacras.
"Cuando se camina colectiva se llega mucho más lejos", agregó la artista sobre este libro, que recorrerá varias comunidades del interior del país.
El libro, una de las obras más difundidas de la historia universal, es la historia de un niño —el Principito—, quien en su travesía por varios mundos enseña con sus metáforas las malas costumbres y comportamientos que adoptan los adultos al crecer y el contraste con la sabiduría infantil.
También critica y compara la forma de interpretar situaciones entre niños y mayores, así como el afán de estos últimos por imponer la forma “adecuada” de analizarlas.
El aviador y escritor, que quedó herido mientras surcaba los cielos de América para buscar su inspiración, se recuperó de sus heridas en la ciudad colonial de Antigua y algunos estudiosos aseguran que varios elementos de su obra están basados en el país.
Los tres volcanes, uno de ellos inactivo, las rosas o el "Cerro del oro", una especie de sombrero que refleja a la boa cuando se ha tragado al elefante, son claras referencias al paisaje guatemalteco y concretamente a la ciudad colonial La Antigua, donde Saint-Exupéry se recuperó tras el accidente.