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El emblemático Jardín Escultórico Edward James, Las Pozas, logró ser el primer espacio natural de México en formar parte de la selecta lista de Great Gardens of the World, una iniciativa que busca exaltar el rico patrimonio mixto centrado en la belleza natural y el diseño de jardines.
Great Gardens of the World, está conformado por una red mundial de jardines, diseñadores y arquitectos paisajistas internacionales, que se ubican desde China hasta Estados Unidos, en Rusia hasta Australia. Su intención, es mostrar los jardines más bellos del mundo y su relevancia en el universo del diseño.
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Actualmente, la lista se conforma por más de 97 jardines a nivel mundial y se divide en tres colecciones: Jardines Modernos, Arquitectos de Paisaje, y Jardines Históricos y Locuras.
El Jardín Escultórico Edward James, Las Pozas, fue seleccionado como parte de la colección “Follies” que exalta los jardines más excéntricos del mundo y que han añadido extravagancias arquitectónicas a su diseño.
El jardín ubicado en el pueblo mágico de Xilitla, San Luis Potosí, fue creado por Edward James, excéntrico poeta, artista británico, gran benefactor del movimiento surrealista. Ahí, encontró el escenario perfecto para montar la obra de su vida, entre cascadas y pozas, naturales o creadas, que preparan la mente para la inmersión en un mundo de ensueño y un laberinto surrealista que se abre paso.
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Su composición se basa en edificios que evocan el sin sentido, puertas que dan paso a la nada, escaleras que conducen al cielo y flores de concreto que crecen al mismo tiempo de la naturaleza.
La arquitectura de las pozas representa un conjunto artístico y escultórico surrealista inspirado tanto en las orquídeas como en la vegetación de la Huasteca potosina.
El conjunto escultórico se localiza en un predio ubicado en la comunidad la Conchita, ocupa una superficie de casi 9 hectáreas de jardín y 37 del predio donde se encuentran 27 edificios, estructuras y esculturas.
En 2007 la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C. adquirió el jardín con la intención de preservar las esculturas y proteger el ecosistema. En 2012, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura declaró al jardín como monumento artístico por dotarlo de relevantes valores estéticos.
