.— Ante el secuestro de 50 migrantes y dos choferes de un autobús en los límites entre San Luis Potosí y Nuevo León, las autoridades de ambos estados insisten en que los hechos no ocurrieron en sus respectivos territorios, mientras que la búsqueda de los desaparecidos está a cargo de la Guardia Nacional.

Desde temprano, ayer las autoridades de San Luis Potosí insistieron en que los hechos ocurrieron en territorio de Nuevo León, pese a que el dirigente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Contram), José Luis López, señaló como lugar de los hechos la carretera 57 en el tramo de El Huizache, en territorio potosino, basado en datos del GPS del autobús.

El líder de la Contram precisó que el autobús salió de Tapachula, Chiapas, y tenía como destino Monterrey. Durante la madrugada del lunes se perdió contacto con la unidad, que luego fue recuperada en la comunidad de Los Medina, Nuevo León. También fueron encontrados nueve de los migrantes en una carretera, por lo que hasta ayer 41 continuaban desaparecidos, al igual que los choferes.

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El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó ayer que los operativos de búsqueda los llevaba a cabo la Guardia Nacional y aseguró que “conforme a las indagatorias que ya realiza la Fiscalía General de la República (FGR), la desaparición, la ubicación del autobús y posteriormente la localización de nueve migrantes de este grupo ocurrió en territorio del estado de Nuevo León y no en San Luis Potosí”.

Recriminó la operación de las empresas de transporte, que, dijo, fungen como polleros, facilitando que personas indocumentadas recorran todo el país a bordo de autobuses, haciéndose pasar como turistas, y no en trenes como ocurría anteriormente.

Por la mañana, el fiscal estatal, José Luis Ruiz Contreras, dijo que hasta ese momento no había denuncia por la desaparición de este grupo de personas.

“Pese a que no hay denuncia, estamos investigando y revisando los tramos donde presuntamente desapareció [el autobús], así como en los límites con Nuevo León, y estamos a la espera de que se denuncien los datos precisos, como la identidad de las personas, de qué nacionalidad eran y demás datos relevantes”, expuso.

Por su parte, el secretario general del Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, dijo que para el estado potosino este caso se trata de una “especulación”, porque “nadie sabe quiénes son ni dónde están. Quienes hacen el señalamiento ni siquiera han presentado una denuncia y no hay que olvidar que estos son facilitadores de tráfico de personas”, expuso.

En Nuevo León, el secretario de Seguridad, Gerardo Palacios Pámanes, insistió en todo momento en que el secuestro ocurrió en San Luis Potosí.

De acuerdo con su versión, los nueve migrantes —todos hombres de entre 18 y 35 años— “aparecieron” en el municipio de Doctor Arroyo. Precisó que “lograron ponerse a salvo saliendo del territorio de San Luis Potosí, internándose en Nuevo León, y haciendo llamada al 911”, por lo que la autoridad de Nuevo León dio vista a la Guardia Nacional, al Instituto Nacional de Migración y a la Fiscalía General de la República.

Indicó que los migrantes —siete venezolanos y dos hondureños— relataron que fueron privados de la libertad “en territorio de San Luis Potosí” por delincuentes que les exigían 500 dólares a cada uno como rescate.

Recalcó que el dueño de la unidad dijo “que le llamaron para pedirle 500 dólares por cada uno de los migrantes”, y dijo desconocer si hizo el pago, porque la información del caso está en la carpeta que abrió el estado vecino.

Agregó que los migrantes estaban en buen estado y fueron enviados a la estancia del Instituto Nacional de Migración (INM) en el municipio de Guadalupe.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó de un despliegue de elementos de la Guardia Nacional para encontrar a los migrantes secuestrados y ubicó el lugar de los hechos en Matehuala, SLP.

Se trata del segundo caso de secuestro de migrantes que se conoce en esta región. En abril pasado, una empresa de transporte reportó la desaparición de 23 personas que salieron de Guanajuato y se dirigían a Coahuila. Su búsqueda concluyó con la liberación de 86 migrantes secuestrados por grupos criminales.

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