¿Cuál es el origen del famoso reloj ubicado en el Jardín Colón?

En el corazón de San Luis Potosí, justo donde convergen el Centro Histórico y los barrios tradicionales de San Miguelito y San Sebastián, se encuentra el Jardín Colón: un espacio público lleno de historia, memoria urbana y belleza arquitectónica.

Entre coloridos edificios coloniales, una fuente majestuosa y el bullicio del cercano Mercado Tangamanga, destaca un elemento que se ha convertido en el alma del lugar: una torre de cantera coronada por un reloj de cuatro carátulas, cuyas campanas han marcado la vida cotidiana de los potosinos durante más de cien años.

Más allá de su estética, el Jardín Colón guarda secretos que superan el tiempo que marca su emblemático reloj.

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Foto: Facebook San Luis En El Siglo XIX.

¿Qué había antes en el lugar del jardín?

Antes de ser un jardín, este sitio albergó uno de los conjuntos religiosos más importantes del San Luis virreinal: la iglesia y el ex convento de la Merced. Su historia se remonta al siglo XVII, cuando fue erigida una ermita en honor a San Lorenzo tras una tormenta que casi cuesta la vida a un grupo de feligreses. A lo largo del tiempo, la orden mercedaria construyó un complejo más amplio que incluía templo, convento y panteón.

Este espacio no sólo fue relevante en lo religioso. En sus patios se realizó una de las primeras reuniones públicas para planear la lucha por la Independencia en 1810. Sin embargo, el edificio fue demolido a mediados del siglo XIX, dando paso a nuevos usos urbanos que culminaron con la creación del jardín actual en 1883.

Foto: Facebook San Luis Potosí Capital.

¿Cuál es el origen del reloj que corona el Jardín Colón?

El reloj que hoy corona el centro del Jardín Colón tiene un origen profundamente simbólico. Fue un regalo de la colonia española a la ciudad de San Luis Potosí con motivo del Centenario de la Independencia de México en 1910. Esta donación tenía como propósito rendir homenaje al proceso de independencia y sellar una relación histórica entre las dos culturas.

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Instalado en una torre de cantera con cuatro carátulas visibles desde todos los ángulos del jardín, el reloj no solo cumple una función práctica al marcar el paso del tiempo, sino también una función ceremonial: sus campanas suenan cada 15 minutos, dando vida al jardín. En un gesto de diseño tradicional, el número cuatro en sus carátulas se marca como “IIII” en lugar del habitual “IV”, una curiosidad que no pasa desapercibida para los observadores atentos. Además evoca los cuatro puntos cardinales.

Incluso se han encontrado similitudes con animales, pues hay quienes aseguran que desde algunos puntos este exquisito reloj se asemeja a un búho.

Foto: Facebook San Luis Potosí Capital.

¿Qué pasó con el reloj durante el siglo XX?

Entre 1926 y 1927 se le añadió una balaustrada y en 1953 se realizó una remodelación general que le dio la apariencia actual. Durante décadas, el reloj fue considerado uno de los más precisos de la ciudad, junto con el de la estación de ferrocarril.

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Sin embargo, no toda su historia ha sido armoniosa. Es un hecho casi olvidado, que en 2009 fue robada la maquinaria original del reloj a plena luz del día. Se presume que quienes perpetraron el robo fingieron ser técnicos de relojería. A pesar de que hubo testigos, estos creyeron que el reloj estaba siendo llevado a mantenimiento. La ausencia de una orden oficial y el daño a la cerradura revelaron lo que realmente ocurrió: un robo impune que privó a la ciudad de una pieza invaluable de su patrimonio.

Foto: Especial

¿Qué ha pasado recientemente con el reloj?

Afortunadamente, en años recientes el reloj ha recibido la atención que merece. En 2024, como parte del compromiso del actual alcalde, por rescatar el patrimonio histórico del centro de la ciudad, se llevó a cabo una rehabilitación integral del reloj del Jardín Colón. Se ajustó su mecanismo, se limpiaron sus campanas y estructura metálica. Asimismo, se lubricaron sus piezas para garantizar un funcionamiento óptimo por muchos años más.

Este esfuerzo forma parte de un proyecto mayor de revitalización urbana que también incluye monumentos emblemáticos como la Calzada de Guadalupe y la Caja del Agua, sitios que se conectan directamente con el jardín.

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¿Por qué visitar el Jardín Colón?

El Jardín Colón no es sólo un parque más. Es un lugar donde convergen siglos de historia, leyendas locales, arquitectura colonial y vida urbana. Su reloj centenario —que una vez fue víctima del olvido y del robo— vuelve a latir con fuerza como testigo del paso del tiempo en San Luis Potosí.

Visitarlo es asomarse a una narrativa viva, donde cada rincón cuenta una historia y cada campanada revive la memoria colectiva de la ciudad.