¿Dónde comprar bolillos calientes y doraditos en SLP? Estas son las mejores panaderías

Más de San Luis | 26-06-25 | 12:15 | Actualizada | 26-06-25 | 12:15 |

Fabiola Hidalgo

El bolillo es más que un simple pan: es historia, identidad, alimento reconfortante y hasta remedio para el susto. En San Luis Potosí, este ícono de la panadería mexicana tiene un lugar privilegiado en el gusto de sus habitantes, quienes no dudan en salir en busca de una pieza crujiente y recién horneada para acompañar su café matutino, armar una torta o simplemente disfrutarlo con mantequilla y azúcar.

El bolillo nació del mestizaje. Aunque su origen está envuelto en leyendas, una de las versiones más aceptadas lo vincula con Camille Pirotte, un panadero belga que trabajó en el país durante el Segundo Imperio Mexicano. Pirotte, sin acceso a levadura, usó la masa madre como fermento para el pan, dando origen a un pan con corteza crujiente y corazón esponjoso. Su generosidad hizo que la gente lo recordara nombrando al pan "birote", aunque mal pronunciando, así nació antecesor del bolillo moderno.

Con el paso del tiempo, el bolillo fue transformándose hasta convertirse en el pan salado por excelencia del centro del país. Ya en el siglo XX, las panaderías comenzaron a hornearlo en tandas cada 20 minutos para mantenerlo caliente, acuñando la famosa frase "se vende como pan caliente".

Lee más: ¿Dónde comprar el pan más rico en SLP? Estas son las panaderías más famosas

Más allá de su sabor, el bolillo es parte de la cultura popular mexicana. Sirve como base para molletes, pambazos, tortas ahogadas, capirotadas y hasta se dice que “quita el susto”, por su capacidad para regular el azúcar y los ácidos estomacales tras un sobresalto. Aunque su versión más famosa es la chilanga, donde se le mete todo lo imaginable, en San Luis Potosí también se le rinde culto.

En SLP, encontrar un bolillo bien hecho, calientito, dorado y con buen migajón es casi un ritual. Aquí te contamos dónde puedes encontrar algunos de los mejores.

Foto: Pexels.

Ubicada en Ricardo B. Anaya, panadería La Penny es una favorita entre los potosinos. Aquí el bolillo sale doradito, con ese crujido característico que invita a morderlo apenas lo sacan del horno. Además, su popularidad en redes sociales la respalda: la gente acude por la gran variedad de pan, pero muchos repiten por sus tandas frecuentes de bolillo caliente.

Te interesa: ¿Quién es el dueño del mezcal Júrame, famoso en San Luis Potosí?

En Mendoza Pan y Repostería se vive la tradición panadera desde temprano hasta entrada la noche. El bolillo aquí tiene ese equilibrio perfecto entre costra firme y miga suave. Ideal para acompañar con un chocolate caliente o armar una buena torta. El ambiente es acogedor y todo el pan tiene ese aroma a hogar que tanto se busca.

Si lo tuyo es el pan artesanal con un toque más clásico, La Cardona es una parada obligada. Con horarios amplios y una atención muy reconocida por sus clientes, esta panadería destaca tanto por sus panes dulces como por sus bolillos. El horneado es constante y el sabor, consistente. Muchos aseguran que su bolillo es de los más sabrosos de la ciudad.

Aunque no todos se enamoran, Panadería July ofrece bolillos bien hechos. Tiene buena variedad y precios competitivos, además de dos establecimientos bien ubicados. Si estás por la zona, es una opción accesible y confiable para bolillo calientito.

Lee más: ¿Sabías que el cabrito nació en SLP y no en Monterrey? Esta es la historia

Descubre las mejores panaderías de San Luis Potosí donde encontrarás bolillos recién horneados. Foto: Unsplash.

En San Luis Potosí, el bolillo es una constante en la mesa. Se le valora tanto por su sabor como por su versatilidad. A diferencia del birote tapatío o la telera chilanga, el bolillo potosino suele tener un equilibrio entre corteza ligera y miga generosa, ideal para recetas locales o para simplemente “quitar el susto” después de un día difícil.

Aunque cada panadería tiene su toque especial, todas comparten algo en común: la dedicación a mantener viva una tradición que mezcla historia, cultura y sabor.

Solo, con mantequilla y azúcar, convertido en torta o como base de unos buenos molletes, el bolillo tiene un lugar asegurado en el corazón y el estómago de los potosinos. Y con panaderías como Penny, Mendoza, La Cardona y July, siempre hay un rincón donde encontrarlo caliente, dorado y recién salido del horno.