En medio del calor primaveral, una joya helada emerge en los mercados y neverías de , San Luis Potosí: la paleta helada de garambullo. Con su vibrante color morado y su sabor agridulce y refrescante, esta delicia artesanal ofrece una experiencia única que evoca tradiciones y sabores ancestrales.

Foto: Jardín Botánico de Cadereyta
Foto: Jardín Botánico de Cadereyta

¿Qué es el garambullo?

De acuerdo con datos del Gobierno de México, el garambullo es un fruto perteneciente a la familia de las cactáceas, cultivado en diversas regiones del país como el Estado de México, Hidalgo, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.

Los frutos son pequeños, redondos y de color rojo oscuro a púrpura cuando están maduros. Las flores, que aparecen antes del fruto, son blancas y diurnas.

Lee más:

Su consumo aporta múltiples beneficios al cuerpo humano, pues actúa como antioxidante y contiene una alta concentración de nutrientes en comparación con otros frutos como los arándanos y las moras azules.

Según el Jardín Botánico IB de la UNAM, la mejor temporada para su consumo es de julio a septiembre. Se comen de formas muy variadas; ya sea como frutos frescos o secos, en bebidas alcohólicas, mermeladas, agua fresca y hasta nieves o paletas heladas.

Garambullo, tradición que enorgullece a Cerritos

En Cerritos, San Luis Potosí, las paletas de garambullo son una tradición culinaria que destaca por su autenticidad y sabor natural. Elaboradas con frutos cosechados en la región, incluyendo zonas cercanas como y , estas paletas mantienen el sabor original del garambullo, lo que las convierte en una delicia difícil de encontrar en otras partes del país.

Te interesa:

Su intenso color morado no sólo las hace irresistibles a la vista, sino que también refleja la riqueza de su ingrediente principal. Para conservar este sabor a lo largo del año, algunos productores locales han implementado métodos de conservación que permiten disfrutar de las paletas fuera de temporada, manteniendo la frescura y calidad del fruto.

Foto: Facebook Comunidad de San Juan de Guadalupe en Resistencia
Foto: Facebook Comunidad de San Juan de Guadalupe en Resistencia

Garambullo, emblema de identidad regional y nacional

Más que un producto gastronómico, las paletas de garambullo representan un símbolo de identidad para los habitantes de Cerritos. Son vistas como una forma de preservar las tradiciones, aprovechar los recursos naturales del semidesierto potosino y fortalecer la economía local. La comunidad ha sabido transformar este fruto silvestre en una experiencia sensorial que conecta con la historia y el entorno de la región.

Además, el garambullo ha sido valorado como una “joya del desierto” por su rareza y beneficios. En Cerritos, su transformación en ha permitido ofrecer un producto accesible, natural y refrescante, ideal para combatir el calor y deleitar a locales y visitantes por igual.

Lee más:

Foto: Facebook Soy Mexicano 100%
Foto: Facebook Soy Mexicano 100%

Innovación con raíces profundas

Uno de los desafíos del es su corta vida postcosecha, ya que comienza a fermentar a los pocos días si no se refrigera adecuadamente. Para contrarrestar esto, se han desarrollado tecnologías de procesamiento que permiten transformarlo en productos de mayor duración, como mermeladas, concentrados y, por supuesto, paletas heladas. Este aprovechamiento ha sido fundamental para maximizar la producción en más de 300 hectáreas de cultivo.

Foto: Facebook Dayana Quinpel Valesami
Foto: Facebook Dayana Quinpel Valesami

Un legado que se saborea

Gracias al trabajo colaborativo entre productores, familias y emprendedores locales, las paletas de garambullo de Cerritos se han consolidado como una joya gastronómica de San Luis Potosí. Su sabor único, su elaboración artesanal y su profundo arraigo en la cultura local las convierten en un legado vivo que se transmite de generación en generación.

TEMAS RELACIONADOS

Google News

[Publicidad]