Madrid.- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, instó el lunes a los gobiernos a no rendirse en la lucha contra el cambio climático, en el primer día de una cumbre de dos semanas sobre el clima que reunió a representantes de casi 200 países.

En su discurso de apertura, Guterres citó datos científicos recientes que muestran que los niveles de gases que atrapan el calor en la atmósfera han batido un récord, alcanzando niveles inauditos en al menos tres millones de años, cuando los niveles del mar eran de 10-20 metros (33, 66 pies) más altos que hoy.

A menos que se reduzcan de forma drástica las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, la temperatura podría subir para final de siglo el doble de lo que aspiraba el Acuerdo de París de 2015, advirtió.

“¿De verdad queremos que se nos recuerde como la generación que miró para otro lado, que perdió el tiempo mientras el planeta ardía?”, preguntó Guterres.

El secretario general intervino después de que la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, señalara que la cumbre debe sentar las bases para avanzar hacia economías con emisiones neutras de dióxido de carbono y al mismo tiempo sensibles con los más pobres y los más vulnerables al alza de las temperaturas, algo que describió como una “transición justa, sin dejar a nadie atrás”.

“Aquellos que no lo quieran ver quedarán en el lado equivocado de la historia”, afirmó Schmidt, que preside la cumbre. La ministra instó a los gobiernos compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que venza el plazo límite el año que viene.

La 25ª Conferencia del Clima de la ONU (COP25), que se celebra entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, se trasladó a la capital española tras la renuncia de Chile en medio de protestas contra el gobierno del país suramericano. El objetivo de las conferencias es concretar las normas que regulan el Acuerdo de París de 2015.

Eso incluye crear un sistema funcional de canje de emisiones internacionales y compensaciones para los países pobres por las pérdidas que sufran debido a la subida del nivel del mar y otras consecuencias del cambio climático.

“Tenemos un desafío común, pero con necesidades y urgencias diferenciadas, que solo podemos superar si trabajamos juntos”, dijo Schmidt, cuyo país sucedió a Polonia en la presidencia de las conferencias climáticas.

Los países firmantes acordaron hace cuatro años en París limitar el calentamiento global para mantenerlo muy por debajo de 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit), idealmente en 1,5 Celsius (2,7 Fahrenheit) para final de siglo, en comparación con la era preindustrial. Las temperaturas ya han subido de media en torno a un grado centígrado, dejando poco margen para que se alcance el objetivo más ambicioso.

Guterres recriminó a los grandes emisores de gases de efecto invernadero que siguen construyendo centrales eléctricas de carbón, afirmando que a menos que el mundo deje de quemar carbón, “todos nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático estarán condenados”.

El secretario general señaló que cumplir el objetivo de París sería mucho más fácil si los países hubieran empezado a reducir de forma drástica sus emisiones hace una década.

“Hace diez años, si los países hubieran actuado siguiendo la ciencia, habrían tenido que reducir las emisiones en un 3,3% cada año”, dijo. “Hoy tenemos que reducir las emisiones en un 7,6% cada año”.

“El impacto sobre toda la vida en el planeta, incluyendo la nuestra, sería catastrófico”, añadió. “La única solución son acciones ambiciosas, transformadoras de todos: gobiernos, regiones, ciudades, empresas y sociedad civil, todos trabajando hacia un objetivo común”.

Los organizadores esperaban que unas 29.000 personas acudieran a la cumbre, incluidos unos 50 jefes de estado y gobierno para la sesión de apertura del lunes.
Salvo por la recién investida ejecutiva de la Unión Europea, que tenía previsto iniciar su mandato de cinco años visitando la cumbre, los otros grandes emisores de dióxido de carbono Estados Unidos, China e India enviaron ministros o funcionarios de menor jerarquía a la reunión.

La delegación estadounidense estaba dirigida por la embajadora Marcia Bernicat, una funcionaria de alto rango del Departamento de Estado, ya que el proceso para abandonar el acuerdo de París, iniciado el mes pasado por el gobierno de Donald Trump, no se completará hasta el 4 de noviembre de 2020.

Sin embargo, una comitiva de congresistas demócratas liderada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, indicó que el país sigue comprometido con los objetivos marcados por el acuerdo de 2015.

“Aún estamos dentro”, dijo Pelosi, añadiendo que el cambio climático supone una amenaza para la salud pública, la economía y la seguridad nacional.

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