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Nueva York, 11 Nov.- Primero comenzaron a dispararle al auto con muchas balas, muy rápido, “y me sentí realmente aterrado; luego nos sacaron del auto y nos tiraron al suelo”, relató el adolescente de 13 años de edad, Devin Langford, sobreviviente del ataque a la familia LeBarón.
El pasado 4 de noviembre, varios integrantes de la familia LeBarón sufrieron un ataque en sus vehículos por un supuesto grupo criminal, en el cual murieron nueve personas -seis menores y tres mujeres- en los límites de Sonora y Chihuahua, al norte de México.
En entrevista para la cadena ABC News, el menor Devin Langford comentó que después del ataque, los asaltantes se fueron, y fue cuando se apresuró a esconder a sus hermanos heridos “que estaban sangrando mucho”.
Langford, quien no estaba herido, caminó todo lo que pudo hasta que sus fuerzas casi desfallecían y, entonces, los hizo recostar detrás de unos arbustos para buscar ayuda, refirió para el noticiero Good Morning America.
El padre de Devin, David Langford, lamentó por su parte la pérdida de su esposa y de dos hijos, y agregó que además enfrentan la incertidumbre de que tiene que mudar a su familia y aún no sabe hacia a dónde ir.
Luego de estos hechos violentos, unos 100 miembros de la comunidad mormona en el estado de Sonora, al noroeste de México, emigraron el pasado sábado al estado de Arizona, en Estados Unidos.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, informó recientemente que ya hay detenidos por el ataque contra la familia LeBarón, en una investigación en la que colaboran agentes del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).