Lya apenas tenía cuatro años cuando trabajadores del Instituto Luis Gonzalo Urbina, en San Luis Potosí, habrían abusado sexualmente de ella en más de una ocasión, sin que hasta ahora haya un castigo para todos los responsables.

La impunidad en este caso ha llevado a Marcela Alemán, madre de Lya, a tomar las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) junto con otras familiares de víctimas. En ese lugar la mamá de la pequeña se amarró a una silla casi toda la tarde de ayer y ahora ha advertido que no saldrá de las oficinas del organismo hasta que tenga la certeza de que las autoridades van a castigar a los implicados en el crimen.

La lucha de Alemán comenzó en marzo del 2017, siete meses después de que su hija ingresó a ese colegio, cuando descubrió que Lya volvió de la escuela con popó en los calzoncillos.

Esta situación, que no era común en la pequeña, despertó la preocupación de Marcela, quien cuestionó a su hija sobre lo ocurrido. Ella respondió: "Las maestras malas me pegan" y señaló su vagina y su ano para referirse a sus zonas afectadas.

Aunque en un inicio la menor de edad señaló a dos mujeres como presuntas responsables del crimen, Marcela Alemán dice que gracias al tratamiento psicológico que ha tomado Lya poco a poco ha hablado de otros agresores.

Así es como se ha referido "al señor de los tenis rojos", "el hombre que me llevaba a la alberquita" y "una pareja de viejitos" que también habrían abusado sexualmente de ella.

"Primeramente queremos justicia, que los violadores de mi hija paguen porque fueron hombres y mujeres de un colegio disfrazado, sacaban a mi hija para tener relaciones sexuales, después de su violación tuvo un desgarre en la parte anal y yo ya estoy cansada de pedirles justicia, además de visitar oficinas donde sólo me dan números que no contestan", señaló Marcela Alemán en entrevista con EL UNIVERSAL.

Marcela Alemán y Silvia Castillo, quien también está protestando por el asesinato de un joven asesinado en la CNDH, han señalado esta mañana que no quieren pedir dinero a las autoridades, sino que quieren que haya acceso a la justicia en cada uno de sus casos. 

"Todo el gobierno del estado de San Luis se hizo omiso, pisoteó los derechos de mi hija, exijo que los culpables sean encarcelados y que se actúe conforme a derecho, que se hagan valer los derechos de los niños, niñas y adolescentes", mencionó Marcela Alemán.

La madre de Lya lamentó que su caso siga en impunidad a pesar de que su hija ha declarado ante el ministerio público por horas y en esos momentos no estuvo acompañada de algún organismo de derechos humanos o una institución especializada en menores de edad.

"Quiero que se actúe conforme a derecho, yo no quiero dinero, quiero justicia, eso es lo que quiero", expresó Marcela Alemán.

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