Cauto, Miguel Ángel Osorio Chong responde la que, asegura, es la pregunta más frecuente que le han hecho en el último medio año: ¿Le gustaría ser candidato presidencial del PRI en 2024? “¿A quién no?”, dice indirectamente, sin comprometerse a un sí o un no.

“Si hay condiciones cuando lleguen los tiempos, ahí voy a estar. Te lo comento al revés porque si no, lo que se genera es que todos te miran como su competidor, su adversario”.

El llamado ex supersecretario de la administración de Peña Nieto y actual cabeza de la bancada tricolor en la Cámara de Senadores, está más delgado que hace algunos años, su actual ritmo de trabajo es menos intenso que en el sexenio anterior, en el que a veces por estrés y ansiedad el legislador comía de más. Para esta entrevista, fiel a su costumbre, llega con su tradicional camisa blanca y saco, en un momento político en el que no tiene reflectores encima.

El hombre de los “no”

Osorio Chong señala que el no haber logrado la candidatura presidencial del PRI hace un año, no fue una derrota, pero tampoco se pregunta si, en caso de haberlo sido, sería hoy Presidente: “Eso no existe para mí. Una vez que tomo decisiones o alguien las toma relacionadas conmigo, las supero y voy para delante”.

Así fue como, relata, se enfocó en la campaña de José Antonio Meade: “El trabajo no te permite estar refugiado en el ‘hubiera’, eso es lo que hace que algunos políticos sigan recordando que hace 30 años pudieron haber sido y no fueron”.

Acepta que tenía una alta posibilidad de ser candidato presidencial, “no por menos estuve siempre mencionado hasta el final”, enfatiza.

Cuando no fue elegido para ser el abanderado tricolor, su postura fue clara: “Me preparé pensando en que no podía ser. Si te dicen que sí ya sabes la ruta a seguir; no es la primera vez que tengo un no”.

A los 22 años de edad no pudo ser secretario técnico de la Comisión Estatal Electoral, tampoco logró la candidatura a edil en Pachuca, ni ser procurador de Justicia del estado: “Redireccioné las cosas y eso me llevo a otra circunstancia. Por eso hoy trabajo mucho, para abrir puertas y generar caminos hacia adelante”.

Pastor de una minibancada

Después de ser la mano derecha del ex presidente Enrique Peña Nieto, hoyOsorio Chong coordina la minibancada priísta en el Senado, llamada la chiquillada, sobrenombre que, dice, no le afecta: “No sé a quién le guste estar en la comodidad toda la vida, ¿y los retos? Yo juego deportes de competencia, la competencia me mata”.

Sus correligionarios, advierte, no son cualquier cosa, pese a que ahí se encuentran personajes “dinosaurios”: “Esos son los que tienen mente de esas épocas. Dicen que somos 14, pues sí, pero grandotes. Veo mucha preparación y experiencia”. Su meta es mantener la cohesión con ellos y bromea: “A ver, cohesiónalos”.

El ex secretario de Gobernación describe al PRI con dos frases: son pocos, pero con perfil y diversidad y gozan del respeto de los demás.

Por eso, para mantener unidos a los militantes y ganar su confianza, se mantiene cercano, atento y transparente. Solo así, advierte, detendrán las decisiones que podrían lastimar al país: “El saque es definitivo en una administración, como la inicias es a veces como la terminas. Ojalá no sea el caso, no veo comunicación ni coordinación, trae ideas, pero sin aterrizarlas. No se dejan ayudar”.

El Chapo y los 43

Tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera, el senador no recuerda haber visto tantos periodistas en una conferencia de prensa.

Confiesa haberse preparado para todas las preguntas, menos a una: su renuncia: “Yo no era el celador de El Chapo. Sí era mi responsabilidad la seguridad, pero yo no construí el Cefereso que tenía certificación de una empresa estadounidense. Lo dije: que se nos investigue a todos.

“Hubo personas del Cisen que fueron a la cárcel y lo lamenté porque no había complicidad.    Nunca vimos que hubieran estado involucrados”.

El senador describe haber sentido enojo y molestia: “Me dio mucho coraje por todos los años de búsqueda, de trabajo, de un gran esfuerzo . ¡Y que se fugara!”.

Respecto a si Peña Nieto le llamó la atención por lo sucedido, Osorio Chong afirma: “Mi llamada fue para explicarle lo sucedido. Nunca recibí un es ‘tu culpa, estoy enojado contigo’. Pero sí estábamos molestos. Fue un golpe muy fuerte”.

El 27 de septiembre de 2014 Osorio Chong recibió el reporte de un enfrentamiento entre policías y estudiantes que terminó con la desaparición de 43 jóvenes de la Normal de Ayotzinapa. Refiere que, desde ese momento y en los días subsecuentes, mantuvo contacto con autoridades estatales y locales: “Lo que me pidieron, lo facilité. La verdad es que cuando se hizo un barrido rápido de búsqueda, y no los encontramos, sí se veía que era un asunto más grande de lo que pensábamos [las autoridades].

“[La desaparición de los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa] fue un asunto nuevo para mí, no podría yo decir en qué podía terminar.

Yo lo que hacía era poner todo para llegar a conocer la verdad. Fue un tema de delincuencia organizada en el que hubo autoridades coludidas. Por eso, hoy digo bienvenido todo lo que sea investigación”.

Sin embargo, Osorio Chong rechaza que ambos casos le hayan costado la posibilidad de competir por la candidatura presidencial: “No, porque el señalamiento no era a mi persona.

“En el caso de El Chapo, una deficiencia de éstas se resuelve subsanándola, y lo detuvimos seis meses después, entonces, yo quitaría lo de Guzmán Lorea. Lo de Ayotzinapa, dime en qué momento, aun y con la responsabilidad que yo tenía, hubo un vínculo de tu servidor con el tema.

“El Presidente vio mi actividad, mi acción, mi actitud”.

De hecho, niega toda versión de un probable distanciamiento con el exmandatario: “No es cierto. Todas estas historias de los malosos, las crisis, me las adjudicaban y entiendo que es súper poderoso o no, ser secretario de Gobernación. Yo entendía que todas la ocupaban como misiles para desgastarme, para lesionar mi presencia, como estuviera, de relacionarla, y yo me distraje; o sea, hay quienes ocupan un espacio para alcanzar un fin, y creo que eso no se vale”.

A la pregunta: ¿entonces, por qué no fue usted el elegido [candidato presidencial del Revolucionario Institucional?, responde: “Son decisiones que se toman y que yo acepté. Si hoy te tocó una mala circunstancia, échate para adelante con trabajo, que las posibilidades a futuro se dan solitas, si es que haces bien las cosas”.

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