Policías de Investigación de la procuraduría capitalina analizan la participación de al menos otras cinco personas en el feminicidio de Abril Cecilia. Las imágenes de las cámaras del gobierno local -revisadas tras el homicidio- revelaron que no sólo fueron dos homicidas los que participaron en el crimen, aparentemente habían dos vehículos que sirvieron como “muro” el día de los hechos.

En las imágenes se revela que los autos compactos también siguieron a Abril desde el búnker de la procuraduría capitalina y sostuvieron comunicación con el motociclista que le disparó en cinco ocasiones a la mujer.

Luego de la agresión, los gatilleros y los dos vehículos, ya identificados, se ocultaron en las inmediaciones de la colonia Doctores.

Aunque de momento no se tiene la identidad de los agresores, las investigaciones apuntan a que presuntamente Juan Carlos “N”, exesposo de Abril y principal sospechoso del crimen, los pudo contactar desde el interior del penal en el que estuvo recluido.

Supuestamente pagó por protección para que su estancia tras las rejas fuera “tranquila” y una vez que obtuvo su libertad, pudo pagar para que le hicieran “el trabajo”.

Consta en el expediente del caso también que Juan Carlos conocía las actividades de Abril ese día en la Ciudad de México, pues él la había citado en el búnker de la procuraduría local, con el argumento que quería arreglar el problema.

Abril se negó, pero confió en que su exesposo en verdad terminaría con sus diferencias, pero ese día no se presentó a la reunión; horas más tarde y luego de varias diligencias, la mujer fue asesinada.

Juan Carlos es buscado por las autoridades de investigación en la Ciudad, pues tiene una orden de arresto emitido por un juez local.

También pesan sobre él una restricción migratoria y una ficha roja de la Interpol. Se sabe que el pasado 30 de noviembre cruzó de Tijuana a la ciudad de San Diego, California, Estados Unidos; sin embargo, a pesar de contar con esa información aún no se ha logrado su detención.

Ningún bufete de abogados quiere tomar el caso de Juan Carlos, quien ha cambiado de defensor en ocho ocasiones.

El último litigante que lo representó ante el juez que solicitó la orden de aprehensión, le explicó al togado que “no tenía idea de su paradero” e incluso que ni siquiera había hablado con él previo a la audiencia, por lo que se requirió la presentación del imputado inmediatamente ante la autoridad correspondiente.

Familiares, amigos y compañeros de trabajo de Juan Carlos han proporcionado pistas importantes de cuál podría ser su paradero. A decir de los agentes investigadores cercanos al caso, sólo están esperando un cruce de información y los permisos necesarios para ir por él a Tijuana. Incluso, no se descarta que la detención pueda ocurrir esta misma semana.

El pasado fin de semana se realizaron tres cateos, dos en la colonia Doctores —donde a decir de las imágenes del C5 se guardaron los dos autos que participaron en la agresión— y uno más en la colonia Buenos Aires, donde fue la última ocasión que se vio la motocicleta que ocuparon los agresores. Se tienen pistas concretas de los tres vehículos que podrían derivar en la detención de cinco personas.

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