El recorte salarial propuesto por el virtual presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador, podría afectar a los directores de institutos nacionales de salud, quienes están contratados bajo el esquema de confianza y perciben más de 108 mil 248 pesos mensuales por sus funciones.

De 12 institutos y un hospital infantil, sólo uno de ellos no supera la cifra establecida por el gobierno entrante, el resto obtiene percepciones superiores a lo establecido.

El dirigente del sindicato de la Secretaría de Salud, Marco Antonio García Ayala, comentó a EL UNIVERSAL que será decisión de cada funcionario permanecer o no en su puesto si se concreta la reducción salarial en el caso de estas instancias.

“Los trabajadores de base no superan el monto que estableció el [virtual] presidente electo, el médico que más gana en el sector salud está entre los 43 y 45 mil pesos mensuales, como el tabulador de percepciones para altos mandos se discute y aprueba en la Cámara de Diputados, ahí se deberá aprobar esta iniciativa. De ser así, será decisión de los directores de institutos, o bien, personal de confianza que rebase los 108 mil pesos continuar en su puesto o no”, señaló.

Miguel Torruco Márques, propuesto como secretario de Turismo, también ha mencionado que aquel que no esté de acuerdo con la reducción de los salarios se puede incorporar a la iniciativa privada y percibir un salario acorde con su capacidad.

Roberto Duque, académico de la UNAM, expresó que aunque la austeridad es una buena propuesta luego de los casos de despilfarro de recursos públicos, no se puede reducir el salario de todos los que perciban más de 108 mil pesos, porque puede desincentivar y provocar que “grandes talentos opten por irse al sector privado o a otro país.

“La austeridad es deseable porque sí existen funcionarios que viven con lujos palaciegos a cargo del erario, pero es muy peligroso que se realice de esta manera, que agarre parejo, se tendría que repensar, porque podría tener complicaciones como fuga de talentos, puede desincentivar que estas personas dediquen su conocimiento, su técnica, al servicio público de su país y se vayan al sector privado o a otro país porque les puede resultar más atractivo”.

Consideró que hay puestos que requieren alta especialidad, capacidad teórica o preparación determinada, por lo que la propuesta del gobierno entrante se debería repensar. “Insisto en que la austeridad es muy importante en muchos ámbitos, pero es muy peligroso que se realice sin hacer una buena revisión, sin pensarlo bien, porque habría consecuencias a corto, mediano y largo plazos”.

Gustavo Leal Fernández, investigador en políticas de atención a la salud de la UAM Xochimilco, celebró la iniciativa de López Obrador, puesto que desde el gobierno de Vicente Fox se “infló” la nómina de los altos mandos y “es momento de revisar esos salarios exorbitantes”.

Agregó que Jorge Alcocer Varela, propuesto como próximo secretario de Salud, ha invitado a los directores de institutos y hospitales a sumarse a la austeridad republicana, “con lo que se lograría un ahorro de 50 mil millones de pesos”.

Los ingresos. El salario neto más elevado es el de los directores de los institutos nacionales de Pediatría y Perinatología, Alejandro Serrano Sierra y Jorge Arturo Cardona Pérez, respectivamente, quienes ganan 124 mil 10 pesos al mes.

Ambos tienen especialidades en pediatría: Alejandro Serrano cuenta con posgrado en pediatría médica y ha ocupado diversos cargos en el sector salud. Arturo Cardona además está especializado en neonatología.

Los salarios de los médicos especialistas que también hacen labores de funcionarios van desde los 121 mil 185 pesos para los directores del Hospital Infantil de México, del Instituto Nacional de Cancerología y el de Enfermedades Respiratorias.

Con 120 mil 50 pesos está el titular del Instituto Nacional de Cardiología; 119 mil 892 pesos son para el director del Instituto Nacional de Neurología, y para quienes están al frente de los Institutos de Psiquiatría y Rehabilitación obtienen por sus servicios 119 mil 230 pesos. Mientras que los directores de Medicina Genómica y Nutrición cobran 118 mil 505 pesos y 118 mil 452 pesos, respectivamente.

Juan Ángel Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública, tiene un sueldo de 115 mil 075 pesos y Luis Miguel Gutiérrez Robledo, quien atiende la dirección del Instituto Nacional de Geriatría, gana 85 mil 282 pesos; es el único que no se vería afectado por la reducción de honorarios.

El salario base de estos funcionarios públicos oscila entre los 17 mil 409 pesos y los 18 mil 787 pesos, pero por su cargo se les ofrece una compensación garantizada que va de los 118 mil 416 pesos a los 155 mil 990 pesos.

Entre sus prestaciones cuentan con una prima vacacional de 10 días de salario mensual al año, beneficio por antigüedad, aguinaldo de 40 días de sueldo base, ayuda para despensa de 465 pesos al mes. Además, son acreedores a un seguro médico de 259 a mil salarios mínimos mensuales y a un seguro por separación individualizado, algunos reciben apoyo para comprar un automóvil o se les asigna uno.

Meritocracia. Para llegar a su puesto actual, todos los directores pasaron por un proceso de selección entre pares. Luego de emitida la convocatoria por una junta interna de gobierno o su equivalente, presentan un proyecto de trabajo que seguirán durante su gestión, un comité de auscultación recibe los expedientes de los aspirantes y los entrevista para después escuchar opiniones de los trabajadores de la dependencia.

El siguiente paso es que las juntas de gobierno, encabezadas por el secretario de Salud, elijan a quien consideraron la mejor opción.

La dirección se renueva cada cinco años y los funcionarios pueden ser ratificados para un segundo periodo.

Entre la trayectoria profesional de los titulares de los institutos destaca que algunos cuentan con dos o más especialidades, estancia postdoctoral, algunos son miembros de la Academia de ciencias Médicas del Instituto Mexicano de Cultura y del Sistema Nacional de Investigadores.

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