La comunidad académica de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado (BECENE), considerada recientemente como una de las mejores instituciones formadoras de docentes en el país, vivió este lunes un fuerte estallido de inconformidad tras el anuncio repentino del cambio en la dirección general.
Docentes, investigadoras y parte del alumnado repudiaron la destitución de Francisco Hernández, quien encabezó la escuela con una gestión reconocida y acusaron una imposición política por parte del Sistema Educativo Estatal Regular (SEER).
La inconformidad surgió luego de que, sin aviso previo ni proceso de consulta, autoridades designaran como nuevo director a Juan Manuel Guel, quien, según los manifestantes, carece de la experiencia y el perfil académico necesario para encabezar una institución de ese nivel.
Lo que más indignó, dicen, fue que el nombramiento se dio de forma súbita, justo cuando la escuela celebraba ser reconocida a nivel nacional.
Frente a las instalaciones de la BECENE, aparecieron mantas y cartulinas colocadas por docentes y estudiantes que piden se revierta la decisión. Académicas de larga trayectoria declararon que el cambio no solo fue abrupto, sino sin fundamentos claros ni convocatoria abierta, como se esperaría en una institución públic.
"El Dr. Francisco ha formado generaciones, ha consolidado investigación y ha dado resultados. Si se decide un relevo, que se justifique y se dé en condiciones de respeto", afirmaron.
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Además, expresaron que la designación del nuevo director se dio con favores administrativos, ya que se le asignó tiempo completo y horas adicionales de manera exprés para cumplir con el requisito del cargo, cabe destacar que el profesor Guel se desempeñaba como docente de primaria con apenas ocho años en servicio.
Así mismo aseguran que incluso ha dejado solo a su grupo en la escuela primaria donde aún figura como titular, para atender intereses ajenos al aula.
El descontento no quedó solo en el cuerpo docente. Algunos alumnos también comenzaron a mostrar su inconformidad con pancartas, aunque afirman estar siendo intimidados para no participar.
Al mismo tiempo, cartulinas a favor del nuevo director aparecieron dentro de la escuela, firmadas presuntamente por la Sociedad de Alumnos. Sin embargo, varias voces señalaron que estas expresiones habrían sido incentivadas por el propio Guel, con el fin de aparentar respaldo entre el alumnado.
Docentes consultados aseguran que hay suficientes perfiles internos con experiencia que podrían asumir el liderazgo de la escuela sin necesidad de recurrir a figuras externas con trayectoria limitada. Reiteraron su exigencia de que se respete la autonomía y el mérito académico, y no se utilicen espacios educativos como plataforma para intereses personales o políticos.
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“La Normal ha sido un referente en la formación docente por generaciones, no puede convertirse en campo de cuotas ni experimentos administrativos”, expresó una profesora.
A medida que crece la tensión dentro y fuera del plantel, se espera que el SEER emita una postura oficial en las próximas horas. Por lo pronto, el clima en la BECENE sigue siendo de rechazo, indignación y exigencia de transparencia.